La tercera edición del Gran Premio Benéfico de Golf María de Villota, organizada por el Real Automóvil Club de España (RACE), reunió a 330 jugadores que disfrutaron de un campo en excelentes condiciones durante el fin de semana de competición. En el evento, el Legado María de Villota y el RACE rindieron homenaje a Celia Barquín Arozamena, una destacada golfista amateur cuya vida y carrera fueron truncadas en 2018. Durante el homenaje, líderes del RACE, familiares y amigos de Celia recordaron su esfuerzo y valores deportivos, cerrando el acto con un minuto de silencio y la inauguración de una placa conmemorativa en su honor.

Este torneo se ha consolidado como una cita familiar y solidaria que busca crear un espacio de apoyo para las familias afectadas por enfermedades neuromusculares. En esta edición, Javier Vidal, experto en golf adaptado, impartió una clínica para niños del Programa “Primera Estrella” de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou, brindándoles una experiencia inclusiva y didáctica. Además, niños y hermanos de la fundación recorrieron el campo en buggy, promoviendo un ambiente de superación. Los fondos recaudados se destinarán al programa “Primera Estrella”, fundado por María de Villota, para financiar terapias que mejoren la calidad de vida de niños con enfermedades neuromusculares genéticas y degenerativas.

El torneo concluyó con la entrega de premios y una rifa benéfica. Este Gran Premio de Golf se suma a otros eventos benéficos organizados en memoria de María de Villota, como la Carrera de Nochebuena en el Circuito del Jarama, fortaleciendo el legado de solidaridad y apoyo a causas de salud infantil y familiar.